La alergia al gato es una enfermedad frecuente. Es provocada por el contacto con el pelo, la saliva o las secreciones nasales de los gatos. Los síntomas son picazón en la piel, ojos llorosos, ronchas, estornudos y asma. Si usted es alérgico al gato, lo mejor es evitar el contacto con ellos. Sin embargo, si usted no puede evitar el contacto, existen algunos tratamientos que pueden ayudar a aliviar los síntomas.
Antihistamínicos - Los antihistamínicos son medicamentos que ayudan a aliviar la picazón, los ojos llorosos y las ronchas. Se pueden comprar sin receta médica. No todos los antihistamínicos son iguales, así que es importante hablar con el médico o la enfermera para que le recomienden el mejor para usted. Algunos antihistamínicos pueden causar somnolencia, así que no conduzca o maneje maquinaria pesada si usted los toma.
Lavado de ojos - El lavado de ojos con agua fría puede ayudar a aliviar la picazón y los ojos llorosos. Puede usar una solución de lavado de ojos en el hogar o comprar una en la farmacia.
Baño de vapor - El baño de vapor puede ayudar a aliviar la picazón y las ronchas. Añada unas gotas de aceite esencial de eucalipto o menta a un recipiente con agua caliente. Cubra su cabeza con una toalla y respire el vapor durante 5-10 minutos. Hágalo 1-2 veces al día.
Cremas y lociones - Las cremas y lociones que contienen cortisona pueden aliviar la picazón y las ronchas. Se pueden comprar sin receta médica. No las use por más de 7 días seguidos, ya que pueden ser dañinas para la piel. No use estos medicamentos si usted tiene una herida abierta.
Evitar el contacto - La mejor manera de aliviar la alergia es evitar el contacto con los gatos. Si usted tiene un gato en su casa, pídale a otra persona que lo cuide mientras usted está enfermo. Si usted es alérgico al pelo de gato, no permita que entren en su casa. Pida a sus amigos y familiares que no lleven a sus gatos cuando vienen a visitarle.
La alergia a los gatos es una reacción alérgica que se produce cuando una persona es expuesta al pelo de gato, la saliva de gato o al polvo que cubre el pelo de gato. Las personas alérgicas a los gatos pueden desarrollar síntomas tales como estornudos, ojos llorosos, congestión nasal, asma y erupciones cutáneas. Si usted es alérgico a los gatos, el único tratamiento es evitar el contacto con gatos.
La alergia a los gatos es una reacción inmunológica. Las personas alérgicas tienen una reacción exagerada a la proteína Fel d 1, que se encuentra en el pelaje de los gatos. La proteína Fel d 1 también se encuentra en la saliva de los gatos y en el polvo que cubre el pelo de los gatos. Cuando las personas alérgicas entran en contacto con la proteína Fel d 1, sus cuerpos reaccionan produciendo anticuerpos llamados inmunoglobulinas E. Las inmunoglobulinas E se unen a las células mastocito en los pulmones, la nariz y la piel. Las células mastocito liberan histamina y otras sustancias químicas que causan síntomas alérgicos.
Los gatos no son los únicos animales que pueden causar alergias. Las personas alérgicas a los gatos también pueden ser alérgicas a otros animales, como perros, caballos, conejos y roedores. Algunas personas incluso son alérgicas a pájaros y reptiles. La alergia a los animales es la quinta alergia más común en los Estados Unidos. Aproximadamente el 10 por ciento de la población es alérgica a los animales.
Si usted padece de alergias y quiere adoptar un gato, hable con su alergista antes de adoptar. Algunas personas alérgicas pueden tolerar los gatos si se toman ciertas medidas de precaución. Su alergista puede recomendar que usted adopte un gato de pelaje corto o que use una máscara para el polvo cuando esté cerca de su gato. También puede limitar el número de gatos que tiene en su hogar y llevar a su gato al veterinario con regularidad para que le hagan un chequeo de salud. Si usted sigue estas pautas, usted puede disfrutar de la compañía de un gato sin que sus alergias sean un problema.
Muchas personas padecen alergias, pero no todas saben cómo curarlas de forma efectiva. Existen diversos tratamientos para aliviar los síntomas de las alergias, pero la única manera de cura la alergia de forma permanente es evitando el contacto con el alérgeno. Aunque esto no siempre es posible, hay una serie de medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de alergias.
Para empezar, es importante identificar el alérgeno. Esto puede hacerse a través de una prueba de alergia, que se puede realizar en la mayoría de los centros médicos. Una vez que se ha identificado el alérgeno, es importante evitar el contacto con él. Si es necesario, se pueden usar medicamentos para reducir la sensibilidad al alérgeno.
En algunos casos, puede que no sea posible evitar el contacto con el alérgeno. En estos casos, es importante reducir el riesgo de alergias mediante el uso de medicamentos antihistamínicos y evitando la exposición al alérgeno en la medida de lo posible. Si se padece de alergias severas, es posible que se necesite inyectar una dosis de inmunoglobulina para prevenir los síntomas.
Aunque no siempre es posible curar la alergia de forma permanente, es importante tomar medidas para reducir el riesgo de alergias. Si se sigue un plan de tratamiento adecuado, la mayoría de las personas pueden controlar sus síntomas de alergia y vivir una vida relativamente normal.
La alergia a los gatos es una reacción alérgica a las proteínas presentes en la saliva, el pelo, la orina o el sudor de los gatos. Aunque muchas personas son alérgicas a los gatos, no todas las personas que tienen una alergia son sensibles a todos los gatos. De hecho, algunas personas pueden ser alérgicas a algunos gatos, pero no a otros. La alergia a los gatos es más común en las personas que tienen una alergia a los animales, como los perros, o que tienen una alergia a los ácaros del polvo. La alergia a los gatos puede ser muy molesta y, en algunos casos, puede ser peligrosa. Si sospecha que tiene una alergia a los gatos, consulte a un médico. Se pueden hacer una serie de pruebas para determinar si usted es alérgico a los gatos y, si es así, qué tan grave es su alergia.
Los síntomas de la alergia a los gatos pueden incluir picazón en la piel, ojos llorosos, estornudos, dificultad para respirar, asma, urticaria y, en algunos casos, choque anafiláctico. Los síntomas de la alergia a los gatos pueden ser similares a los de otras alergias, como las alergias a los ácaros del polvo, a los animales o a los árboles. Si tiene una alergia a los gatos, es importante evitar el contacto con los gatos. Si no puede evitar el contacto con los gatos, es importante tomar una serie de medidas para minimizar el contacto con el pelo, la saliva, la orina o el sudor de los gatos. Estas medidas pueden incluir el uso de guantes, el uso de una máscara o un respirador, el lavado de las manos con agua y jabón después de tocar a un gato y el aseo regular de los gatos.
En algunos casos, la alergia a los gatos puede ser tratada con antihistamínicos o desensibilizantes. Sin embargo, el tratamiento de la alergia a los gatos no es siempre efectivo y, en algunos casos, puede ser peligroso. Si tiene una alergia a los gatos, es importante consultar a un médico para obtener el tratamiento adecuado.