Los gatos son muy propensos a tener problemas en los ojos y uno de los problemas más comunes es el lagrimal. El lagrimal es una glándula que se encuentra en la esquina del ojo del gato y produce un líquido que ayuda a lubricar el ojo. Cuando esta glándula está bloqueada, el líquido no puede drenar correctamente y se acumula en el ojo, lo que puede causar inflamación e incluso infecciones. Afortunadamente, el lagrimal puede ser tratado con éxito en la mayoría de los casos.
Síntomas
Los síntomas más comunes del lagrimal son un ojo rojo e hinchado. El gato también puede tener una secreción ocular anormal, que puede ser de color amarillento, blanco o verde. La secreción puede ser acuosa o espesa y puede causar que el ojo del gato se pegue. También puede haber un olor desagradable proveniente del ojo. En algunos casos, el ojo del gato puede estar tan hinchado que no pueda abrirlo del todo.
Causas
Hay varias causas posibles de lagrimal bloqueado, pero la más común es una infección bacteriana.Las infecciones bacterianas pueden ser causadas por una variedad de bacterias, pero la más común es Pseudomonas. Otras causas menos comunes de lagrimal bloqueado son tumores, quistes y cuerpos extraños, como pelusas de gato. En raras ocasiones, el lagrimal puede ser causado por un trauma ocular.
Tratamiento
El tratamiento del lagrimal depende de la causa. Si se trata de una infección bacteriana, se prescribirán antibióticos tópicos o sistémicos. Los tumores y quistes pueden requerir cirugía para ser eliminados. Los cuerpos extraños, como las pelusas de gato, pueden ser eliminados con una limpieza ocular profunda. El trauma ocular puede requerir un tratamiento especializado.
En la mayoría de los casos, el lagrimal puede ser tratado con éxito y el gato puede recuperarse completamente. Sin embargo, si el problema no se trata a tiempo, puede causar daños permanentes a los ojos del gato, por lo que es importante llevarlo al veterinario tan pronto como sea posible si sospecha que tiene un lagrimal bloqueado.
Mantener los ojos de tu gato sanos y brillantes es esencial para su bienestar general. Si notas que tu gato tiene los ojos enrojecidos, lagrimea o tiene cualquier otro problema ocular, es mejor llevarlo al veterinario para un diagnóstico. Mientras tanto, hay unas cuantas gotas que puedes usar para aliviar el dolor y la incomodidad de los ojos de tu gato.
Lagrimas artificiales
Las lágrimas artificiales se pueden usar para lubricar los ojos de tu gato y aliviar la sequedad y el picor. Aplica unas gotas en cada ojo de tu gato, unas 3 o 4 veces al día. Si usas lágrimas artificiales, asegúrate de que sean específicas para gatos, ya que las lágrimas artificiales para humanos pueden irritar los ojos de tu gato.
Solución salina
La solución salina también se puede usar para aliviar la incomodidad de los ojos de tu gato. Aplica unas gotas en cada ojo de tu gato, unas 3 o 4 veces al día. La solución salina también se puede usar para limpiar los ojos de tu gato si están sucios. Limpia los ojos de tu gato con una gasa humedecida en solución salina, una vez al día.
Colirio
El colirio también se puede usar para aliviar la incomodidad de los ojos de tu gato. Aplica unas gotas en cada ojo de tu gato, unas 3 o 4 veces al día. El colirio también se puede usar para limpiar los ojos de tu gato si están sucios. Limpia los ojos de tu gato con una gasa humedecida en solución salina, una vez al día.
Los gatos son animales muy limpios y se esfuerzan por mantenerse alejados de lo que consideren que está sucio. Sin embargo, si le pones unas gotas de tus propias secreciones a tu gato, probablemente no le pasará nada. De hecho, es posible que ni siquiera se dé cuenta. Las secreciones humanas no son tóxicas para los gatos, por lo que no hay riesgo de envenenamiento. Incluso si el gato llegase a ingerir las secreciones, no le harían ningún daño. Lo más probable es que simplemente las expulse con una arcada. Aunque no representa ningún peligro para la salud del gato, es importante tener en cuenta que nuestras secreciones contienen muchos microorganismos. Estos microorganismos están presentes en todo el cuerpo humano y no suelen causar ningún problema, ya que nuestro sistema inmunológico los mantiene a raya. Sin embargo, los gatos tienen un sistema inmunológico muy diferente al nuestro, por lo que no están protegidos de estos microorganismos. Por lo tanto, si le pones gotas de tus secreciones a tu gato, es posible que se enferme. Sin embargo, este riesgo es muy pequeño, ya que los gatos son muy buenos limpiándose a sí mismos. Si notas que tu gato está enfermo después de que le hayas puesto gotas de tus secreciones, deberías llevarlo al veterinario. En resumen, no hay ningún peligro en poner gotas de tus secreciones a tu gato, pero es posible que se enferme si lo haces. Si notas que tu gato está enfermo después de que le hayas puesto gotas de tus secreciones, deberías llevarlo al veterinario.