Los bultos en los gatos son muy comunes y pueden aparecer prácticamente en cualquier parte del cuerpo. Si observas un bulto en tu gato, lo primero que debes hacer es acudir al veterinario para que pueda diagnosticar el problema y determinar el tratamiento adecuado. Muchas veces, los bultos en los gatos son benignos y no requieren tratamiento, pero en ocasiones pueden ser cancerosos y requieren atención médica inmediata.
Los bultos benignos más comunes en los gatos son los lipomas. Se trata de tumoraciones grasosas que generalmente no causan molestias a los gatos y no requieren tratamiento. Sin embargo, si el bulto está creciendo rapidamente o está causando molestias al gato, el veterinario puede recomendar la extirpación quirúrgica.
Otro tipo de bulto benigno que puede aparecer en los gatos es el absceso. Se trata de una acumulación de pus que se produce cuando el cuerpo del gato lucha contra una infección. Los abscesos pueden ser muy dolorosos y, si no se tratan, pueden reventar y causar aún más problemas. El tratamiento de los abscesos consiste en drenar el pus y luego aplicar una cura.
Los sarcomas son otro tipo de tumor que puede aparecer en los gatos. Aunque muchos sarcomas son benignos, algunos pueden ser cancerosos. Los sarcomas cancerosos son muy difíciles de tratar y, por lo general, requieren cirugía, quimioterapia o radioterapia. Si tu gato tiene un bulto, es importante que acudas al veterinario lo antes posible para que pueda diagnosticar el problema y determinar el tratamiento adecuado.