Los gatos son animales muy ágiles que normalmente no tienen problemas para caminar o saltar. Sin embargo, en ocasiones pueden surgir problemas en sus extremidades que les impidan moverse con normalidad. Estos problemas pueden deberse a enfermedades, lesiones o simplemente al envejecimiento. A continuación te explicaremos algunas de las posibles causas y qué puedes hacer si tu gato no puede caminar.
Causas
Entre las causas más comunes que pueden impedir que un gato camine están las siguientes:
En algunos casos, el problema puede estar relacionado con el estado mental del gato. Los gatos pueden sufrir de estrés o ansiedad por diversos motivos, como el cambio de entorno, el aislamiento o el contacto con otras mascotas. Si tu gato está estresado, puede que se niegue a caminar o incluso a moverse. En estos casos, es importante llevarlo al veterinario para que le haga un chequeo y le recomiende un tratamiento adecuado.
Tratamiento
El tratamiento que se le debe dar a un gato que no puede caminar va a depender de la causa del problema. Si el problema es porque tiene una lesión, lo primero que hay que hacer es llevarlo al veterinario para que le dé un diagnóstico y le recomiende el tratamiento adecuado. Si el problema es causado por una enfermedad, el veterinario también podrá indicarle el tratamiento que debe seguir tu gato. En algunos casos, el problema puede ser crónico y no tener un tratamiento específico, pero el veterinario podrá aconsejarte sobre cómo cuidar a tu gato y aliviarle el dolor.
En general, es importante llevar al gato al veterinario si notas que no puede caminar o que tiene problemas para moverse. El diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden ayudar a mejorar la calidad de vida del gato y evitar que el problema empeore.
Los gatos son animales muy activos y juguetones, y normalmente no les gusta estar en un lugar durante mucho tiempo. Si tu gato de repente deja de caminar, puede ser un signo de un problema de salud grave. Aquí están algunas de las causas más comunes de por qué un gato no puede caminar, y qué puedes hacer para ayudarlo.
1. Lesión en la columna vertebral o la espalda
Una de las principales causas de que un gato deje de caminar es una lesión en la columna vertebral o la espalda. Esto puede ser causado por un accidente, una caída, o incluso un golpe. Si sospechas que tu gato tiene una lesión en la columna vertebral o la espalda, lo más importante es no moverlo. Llama a tu veterinario de inmediato para que pueda evaluar la situación y determinar si tu gato necesita ser llevado a una clínica veterinaria para un tratamiento más avanzado.
2. Artritis
Otra causa común de que un gato deje de caminar es la artritis. La artritis es una condición degenerativa que causa inflamación y dolor en las articulaciones. A medida que los gatos envejecen, es más probable que desarrollen artritis. Si sospechas que tu gato puede tener artritis, llama a tu veterinario para que pueda hacer un diagnóstico y recetar un tratamiento adecuado. El tratamiento de la artritis puede incluir medicamentos para controlar el dolor y la inflamación, así como terapia física para ayudar a mantener las articulaciones móviles.
3. Neuropatía diabética
La neuropatía diabética es una afección que puede afectar a los gatos diabéticos. La neuropatía diabética causa daño a los nervios, lo que puede hacer que los gatos pierdan la sensibilidad en las extremidades. Esto puede hacer que sea difícil para ellos caminar. Si sospechas que tu gato puede tener neuropatía diabética, llama a tu veterinario para que pueda hacer un diagnóstico y recetar el tratamiento adecuado.
4. Ataque cardíaco
Un ataque cardíaco es una emergencia médica que puede ser fatal si no se trata de inmediato. Los síntomas de un ataque cardíaco en los gatos pueden incluir dificultad para respirar, debilidad, y, en algunos casos, dejar de caminar. Si sospechas que tu gato está teniendo un ataque cardíaco, llama a tu veterinario de inmediato. No intentes mover a tu gato, ya que podría empeorar la situación. El veterinario puede evaluar a tu gato y, si es necesario, llevarlo a una clínica veterinaria para un tratamiento más avanzado.
Si tu gato de repente deja de caminar, no dudes en llamar a tu veterinario de inmediato. Estos son solo algunos de los posibles problemas de salud que pueden causar que un gato deje de caminar, pero hay muchos otros. Tu veterinario puede evaluar a tu gato y determinar la causa exacta del problema. A partir de ahí, pueden recetar el tratamiento adecuado para ayudar a tu gato a recuperarse y volver a la normalidad.
Si tu gato no puede mover sus patas traseras, lo primero que debes hacer es llamar a un veterinario. Esto es especialmente importante si tu gato está teniendo dificultades para respirar o si sus extremidades están frías o hinchadas. El veterinario determinará si tu gato necesita atención urgente o si puede esperar una hora o así. Si tu gato necesita atención urgente, lo llevarás al hospital veterinario más cercano. Si tu gato puede esperar, el veterinario te dirá qué hacer a continuación.
Mientras esperas a que llegue el veterinario, puedes acunar a tu gato y hablarle suavemente para tranquilizarlo. Si tu gato no está en peligro inminente, puedes intentar hacerlo mover un poco para que no se atrofie su musculatura. Sin embargo, si tu gato está en dolor, no lo movas. Solo acércate a él y habla suavemente para tranquilizarlo.
En muchos casos, un gato que no puede mover sus patas traseras necesitará cirugía. Después de la cirugía, tu gato necesitará mucho descanso y cuidado. El veterinario te dará instrucciones detalladas sobre cómo cuidar a tu gato después de la cirugía.
En algunos casos, un gato que no puede mover sus patas traseras puede recuperarse completamente. Sin embargo, en otros casos, el gato puede quedar paralizado permanentemente. Si tu gato queda paralizado, puedes aprender a cuidarlo en casa y ayudarlo a llevar una buena calidad de vida.
Si tu gato no se levanta, lo primero que debes hacer es llamar a un veterinario. Puede que haya tenido un accidente o que esté enfermo. Si el veterinario no puede atenderte inmediatamente, hay algunas cosas que puedes hacer por tu gato hasta que llegue el veterinario.
Observa a tu gato y fíjate en su respiración. Asegúrate de que respire con normalidad. También fíjate en su color. Un gato que está enfermo puede tener un color pálido o amarillento. Si notas algo fuera de lo normal, llama al veterinario.
Si tu gato no está consciente, ponlo en una caja de cartón con una toalla en el fondo. Asegúrate de que la caja tenga una tapa. Si no tienes una caja, puedes usar una cesta de la ropa. Pon la cesta en un lugar tranquilo y alejado del ruido. Si puedes, pon una toalla húmeda en la cabeza de tu gato para mantenerlo fresco.
Si tu gato está consciente, fíjate en su respiración y en su color. Si notas algo fuera de lo normal, llama al veterinario. Si tu gato está enfermo, puede que no tenga muchas ganas de comer. Sin embargo, es importante que coma algo. Ofrécele un poco de leche o de carne enlatada para gatos. Si no quiere comer, no lo obligues. También puedes darle un poco de agua para que no se deshidrate.
Mantén a tu gato caliente. Puedes poner una bolsa de agua tibia junto a él. Si no tienes una bolsa de agua, puedes usar una toalla húmeda. No le pongas la toalla directamente encima, ya que podría enfriarse. También puedes poner una manta sobre él. Asegúrate de que la manta no esté muy apretada.
Llama al veterinario lo antes posible. No esperes a que tu gato se ponga peor. El veterinario podrá diagnosticar lo que le pasa a tu gato y darle el tratamiento adecuado.