Los gatos son animales muy independientes y a menudo pasan mucho tiempo solos. Aunque esto puede ser normal, también puede ser un indicador de que algo anda mal. Si tu gato está actuando de manera extraña, es importante prestar atención a otros síntomas para determinar si es un problema de salud o simplemente un cambio en el comportamiento.
Algunos signos de que tu gato puede estar enfermo incluyen:
Cambios en el apetito
Cambios en el comportamiento
Cambios en el aspecto o el olor del pelaje
Cambios en el comportamiento de los ojos, boca o oídos
Cambios en el comportamiento de las heces o el aumento o disminución de la orina
Si notas alguno de estos cambios, lo mejor es llevar a tu gato al veterinario para que pueda ser evaluado. A veces, el cambio en el comportamiento puede ser un indicador de un problema más grave, como el cáncer. Por eso es importante que consultes con un profesional de la salud lo antes posible.
En algunos casos, el cambio en el comportamiento puede ser el resultado de un problema menor, como el estrés. Los gatos pueden estresarse por un cambio en el hogar, como un nuevo bebé o un nuevo animal de compañía. También pueden estresarse por cambios en el rutina, como un viaje o el cambio de un horario de trabajo. Si crees que el estrés puede ser la causa del cambio en el comportamiento de tu gato, hay algunas cosas que puedes hacer para ayudarlo a relajarse.
Algunos consejos para ayudar a tu gato a relajarse incluyen:
Mantener un horario regular de alimentación y de actividades
Proporcionar un lugar tranquilo y seguro para que tu gato se retire
Jugar con tu gato todos los días para ayudarlo a quemar energía
Evitar el cambio de litter o el cambio de ubicación de la litera
Prestar atención a los signos de estrés y tratar de reducirlos
Si el cambio en el comportamiento persiste o empeora, es importante consultar con un veterinario para descartar cualquier problema de salud. En algunos casos, el cambio en el comportamiento puede ser el resultado de un trastorno del comportamiento, como la ansiedad por separación. Si este es el caso, el veterinario puede recomendar tratamientos para ayudar a tu gato a manejar el estrés y el ansiedad.
¿Cómo saber si algo le duele a mi gato?
Los gatos son animales muy independientes y a menudo no demuestran si están enfermos o si les duele algo. A veces, es difícil saber si el gato está enfermo o no, y es importante estar atento a los signos de dolor para poder llevarlo al veterinario o tratarlo en casa. A continuación te damos una lista de señales que indican que el gato tiene dolor:
Está menos activo de lo habitual. Si el gato está normalmente muy activo y de repente se vuelve perezoso, puede ser un indicio de que algo no va bien.
Está más irritable. Si el gato está menos cariñoso de lo habitual o incluso llega a mordisquear o arañar cuando se le acaricia, es posible que esté dolorido.
Está comiendo menos. Si el gato está comiendo menos de lo habitual, puede ser un indicio de que está enfermo o que le duele algo. Es importante que acudas al veterinario si notas este síntoma.
Está bebiendo más agua. Aunque los gatos no beben mucha agua, si están enfermos pueden llegar a beber hasta el doble. Así que si notas que tu gato está bebiendo más agua de lo habitual, puede ser un signo de que está enfermo.
Tiene diarrea. Los gatos no suelen tener diarrea, así que si tu gato tiene esta síntoma, es posible que esté enfermo y debas llevarlo al veterinario.
Está orinando más. Al igual que con la diarrea, los gatos no suelen orinar mucho, así que si notas que está orinando más de lo habitual, es posible que esté enfermo.
Tiene vómitos. Los gatos suelen tener vómitos de vez en cuando, pero si ves que tu gato está vomitando con más frecuencia de lo habitual, es posible que esté enfermo.
Está perdiendo el pelo. La pérdida de pelo puede ser un signo de que el gato está estresado o enfermo. Si notas que tu gato está perdiendo el pelo de forma excesiva, acude al veterinario.
Tiene un aspecto enfermo. Si el gato tiene un aspecto enfermo, es posible que esté enfermo. Puede que tenga ojos rojos, o que esté muy delgado. Si notas alguno de estos síntomas, es importante que acudas al veterinario.
En resumen, si notas que tu gato está menos activo de lo habitual, está comiendo menos, está bebiendo más agua, tiene diarrea o está orinando más, es posible que esté enfermo y debas llevarlo al veterinario. También es importante estar atento al aspecto general del gato, ya que si tiene un aspecto enfermo, es posible que esté enfermo. Si tienes alguna duda, lo mejor es que acudas al veterinario para que pueda evaluar al gato y diagnosticarlo.
¿Cómo saber si un gato tiene dolor de estómago?
Algunos signos de que tu gato puede estar sufriendo de dolor de estómago son los siguientes:
No come o come muy poco. Un gato que no quiere comer o que tiene un apetito reducido puede estar teniendo dolor de estómago.
Vomita. Si tu gato está vomitando con frecuencia, puede ser un signo de que tiene dolor de estómago.
Se lame mucho. Los gatos se lamen para tratar de aliviar el dolor de estómago.
Tiene diarrea. La diarrea puede ser un signo de que el gato tiene dolor de estómago.
Está inquieto. Un gato que no puede estar quieto y está siempre moviéndose puede estar teniendo dolor de estómago.
No hace nada. Un gato que no quiere jugar o que no quiere hacer nada puede estar teniendo dolor de estómago.
Está irritable. Un gato que muerde o araña cuando lo tocas puede estar teniendo dolor de estómago.
Si crees que tu gato tiene dolor de estómago, lo mejor es llevarlo al veterinario para que le haga un examen y le dé el tratamiento adecuado.
¿Cómo saber si un gato está decaido?
Los gatos son muy buenos para ocultar su enfermedad, y a veces es difícil saber si están enfermos o no. Sin embargo, si tu gato está decaido, puede que haya algo wrong. Aquí hay algunas señales de que tu gato puede estar enfermo:
Pérdida de apetito - Un gato que deja de comer o toma menos comida de lo habitual puede estar enfermo. Si tu gato está comiendo menos, puede que tenga un problema de salud.
Pérdida de peso - Si tu gato está perdiendo peso, puede que no esté comiendo suficiente o que tenga un problema de salud. Es importante llevar a tu gato al veterinario si está perdiendo peso.
Vómitos - Los gatos pueden vomitar de vez en cuando, pero si tu gato está vomitando con frecuencia, puede ser un signo de enfermedad. Si tu gato está vomitando, puede que tenga un problema de salud.
Diarrea - La diarrea puede ser un signo de enfermedad en los gatos. Si tu gato tiene diarrea, puede que tenga un problema de salud.
Cambios en el comportamiento - Un gato que deja de jugar o que está menos activo de lo habitual puede estar enfermo. Si tu gato está cambiando de comportamiento, puede que tenga un problema de salud.
Cambios en el pelo o la piel - Un gato que tiene un pelaje opaco o que está perdiendo el pelo puede estar enfermo. Si tu gato tiene cambios en el pelo o la piel, puede que tenga un problema de salud.
Cambios en el apetito - Un gato que come más o menos de lo habitual puede estar enfermo. Si tu gato está comiendo más o menos de lo habitual, puede que tenga un problema de salud.
Cambios en el comportamiento - Un gato que está más inquieto o que no está haciendo sus necesidades puede estar enfermo. Si tu gato está cambiando de comportamiento, puede que tenga un problema de salud.
Si tu gato está mostrando alguno de estos síntomas, puede que tenga un problema de salud. Es importante llevar a tu gato al veterinario para que le haga un examen y le dé el tratamiento adecuado.
¿Cuándo preocuparse por un gato?
Los gatos son animales independientes y a menudo se les olvida que necesitan atención y cuidado. Aunque no sean tan exigentes como los perros, los gatos también necesitan cariño y atención. A continuación, te ofrecemos una serie de consejos para saber cuándo preocuparse por un gato.
En primer lugar, es importante que conozcas a tu gato. Debes saber cómo es su carácter y su forma de ser para poder detectar si algo no va bien. Los gatos son muy buenos ocultando su enfermedad, por lo que a veces es difícil detectar si están enfermos. Por eso, debes estar atento a cualquier cambio en su comportamiento o apariencia.
Algunos de los síntomas que podrían indicar que algo no va bien con tu gato son los siguientes:
Cambios en el apetito
Pérdida de peso
Cambios en el comportamiento (por ejemplo, si está más agresivo o más cariñoso de lo habitual)
Cambios en el aspecto (por ejemplo, si tiene el pelo más opaco o si está perdiendo pelo)
Problemas para orinar o defecar
Vómitos o diarrea
Cansancio o letargo
Falta de higiene (por ejemplo, si deja de limpiarse o si tiene el pelo muy desaliñado)
Si detectas alguno de estos síntomas, lo mejor será que acudas al veterinario lo antes posible. El veterinario será quien mejor pueda evaluar a tu gato y diagnosticar cualquier problema que pueda tener.
En general, es recomendable que lleves a tu gato al veterinario al menos una vez al año para que pueda hacerse una revisión y un chequeo completos. De esta forma, podrás estar seguro de que tu gato está sano y de que no tiene ningún problema de salud.