Los gatos con insuficiencia renal deben ser sacrificados cuando ya no pueden ser tratados de manera efectiva. Esto suele ser cuando los síntomas son muy graves y el animal está sufriendo. La insuficiencia renal es una enfermedad grave que puede ser muy dolorosa para el gato y puede llevar a una muerte lenta y dolorosa. Si se detecta la enfermedad a tiempo, es posible que el animal pueda ser tratado y llevar una vida relativamente normal. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el tratamiento no es efectivo y el animal debe ser sacrificado.
Los síntomas de la insuficiencia renal en gatos son generalmente muy evidentes. Los animales pueden estar letárgicos y pueden tener un apetito reducido. También pueden tener problemas para orinar y defecar. En algunos casos, los gatos pueden sufrir convulsiones. Si su gato muestra cualquiera de estos síntomas, es importante que lo lleve al veterinario de inmediato.
El tratamiento de la insuficiencia renal en gatos generalmente implica el uso de medicamentos para controlar los síntomas. También se pueden realizar procedimientos para ayudar a aliviar el dolor del animal. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el tratamiento no es efectivo y el animal debe ser sacrificado. Si usted cree que su gato puede estar sufriendo de insuficiencia renal, es importante que lo lleve al veterinario de inmediato.