Los gatos son animales que suelen tener su primer celo aproximadamente a los seis meses de edad. Aunque hay excepciones y algunos gatitos pueden experimentar su primer celo a los cuatro o cinco meses de edad. En general, el primer celo de los gatos es más breve que los celos posteriores y es menos intenso.
Los gatos que no son esterilizados o castrados pueden tener celos cada dos o tres meses. Los celos de los gatos duren aproximadamente una semana o un poco más. Sin embargo, algunos gatos pueden experimentar celos más frecuentemente. Por ejemplo, los gatos que viven en climas cálidos pueden tener celos varias veces al año.
Los síntomas del celo en los gatos incluyen meowing excesivo, arañar muebles o paredes, orinar fuera de la litera y lamerse excesivamente. Algunos gatos pueden ser más agresivos durante el celo. Los gatos machos también pueden oler fuerte durante el celo.
Es importante esterilizar o castrar a los gatos antes de que tengan su primer celo. Los gatos esterilizados o castrados no tienen celos y no experimentan los síntomas asociados con el celo. La esterilización o castración de los gatos también reduce el riesgo de que contraigan enfermedades contagiosas, como el sida felino o la leucemia felina.
Las hembras de gato en celo pueden ser muy inquietas e incluso agresivas. Esto es normal, ya que están buscando un compañero para aparearse. Aunque algunos gatos pueden estar en celo durante todo el año, la mayoría solo lo estarán durante la primavera y el verano. Si notas que tu gato está más activo de lo normal, que está maullando o que está siendo más cariñoso de lo habitual, es posible que esté en celo. Aquí te explicamos cómo puedes saber si tu gato está en celo.
La manera más fácil de saber si tu gato está en celo es prestando atención a su conducta. Si tu gato se está volviendo más cariñoso de lo normal, es posible que esté en celo. Los gatos en celo también pueden ser más inquietos de lo habitual y maullar más que de costumbre. También pueden lamerse más de lo habitual o frotarse contra las cosas. Esto es para marcar su territorio y atraer a los machos.
Otra forma de saber si tu gato está en celo es observando su cuerpo. Si notas que tu gato tiene el vientre hinchado o que sus pezones están hinchados y sensibles, es posible que esté en celo. También puedes fijarte en si está orinando más de lo habitual o si está haciendo más ruido al orinar. Esto es para atraer a los machos.
Si crees que tu gato está en celo, lo mejor es llevarlo al veterinario. El veterinario puede confirmar si tu gato está en celo y darte consejos sobre cómo cuidar de él. También puede recomendarte un buen lugar para que tu gato pueda aparearse.
El celo de los gatos es una etapa normal en su ciclo sexual. Los gatos empiezan a tener celo a partir de los 4 o 6 meses de edad, y tiene lugar cada 2 o 3 semanas hasta que se acerca el final de la temporada de apareamiento. En esta etapa, los gatos pueden llegar a ser muy ruidosos y molestos. Las hembras empiezan a maullar y a restregarse contra todo lo que encuentran, y los machos tienden a marcar su territorio con orina y a luchar con otros machos.
Para algunos propietarios, el celo de sus gatos puede ser una sorpresa y una molestia. Sin embargo, si se sabe lo que está pasando y se toman las precauciones necesarias, es posible que el celo no sea tan estresante para nadie. A continuación se ofrecen algunos consejos para manejar el celo de un gato.
El primer celo de una gata es un momento muy importante en su vida. Es una etapa en la que se produce el primer desarrollo sexual y es también cuando se produce la primera menstruación. El primer celo suele ocurrir entre los 6 y 9 meses de edad y, aunque puede variar en función de la raza y el tamaño de la gata, suele durar entre 3 y 5 días.
Durante el primer celo, la gata puede mostrar ciertos cambios en su comportamiento. Puede estar más inquieta y nerviosa de lo habitual, y también puede mecer su cuerpo de un lado a otro y emitir unos gritos característicos. También puede lamerse más de lo habitual y tener más sed.
Es importante tener en cuenta que, durante el primer celo, la gata está más expuesta a los enfermedades sexuales, por lo que es importante llevarla al veterinario para que le hagan una revisión y, si es necesario, le administren las vacunas correspondientes.