El pectus excavatum es una deformidad del tórax en la que el centro del pecho está hundido hacia dentro. A menudo se llama "pectus carinatum" o "costilla carinada". El pectus excavatum es una afección congénita (presente al nacer) que puede estar asociada con otras anomalías del desarrollo, como la displasia del esternón, la malformación de Arnold-Chiari o la escoliosis. El pectus excavatum puede ser leve o grave, y afecta aproximadamente al 1% de los recién nacidos.
Causas
El pectus excavatum se produce cuando los cartílagos costales que conectan las costillas al esternón se desarrollan anormalmente. En la mayoría de los casos, el pectus excavatum es una anomalía congénita que se presenta al nacer o en la infancia temprana. Sin embargo, el pectus excavatum también puede desarrollarse después de una lesión o enfermedad que afecte el esternón o los cartílagos costales.
Síntomas
Los síntomas del pectus excavatum suelen ser leves y no requieren tratamiento. Sin embargo, en algunos casos, el pectus excavatum puede causar dolor y molestias en el pecho, y puede interferir con la respiración y el funcionamiento del corazón. El pectus excavatum también puede causar ansiedad y depresión debido a la apariencia anormal del tórax.
Diagnóstico
El diagnóstico del pectus excavatum se realiza mediante un examen físico. En algunos casos, se pueden realizar pruebas adicionales, como una radiografía, una ecografía o una tomografía, para evaluar el grado de deformidad del tórax. En raras ocasiones, se realiza una biopsia para descartar otras causas de dolor en el pecho.
Tratamiento
El tratamiento del pectus excavatum es generalmente quirúrgico. La cirugía se realiza para corregir la deformidad del tórax y mejorar la apariencia del pecho. En algunos casos, se realiza una cirugía para corregir el funcionamiento del corazón o los pulmones. La cirugía de pectus excavatum es un procedimiento relativamente sencillo que se realiza con anestesia general y dura aproximadamente una hora. El paciente suele permanecer en el hospital durante uno o dos días después de la cirugía y puede regresar a su actividad normal en unas semanas.