Aunque los gatos de raza pura siamés son muy fáciles de reconocer por su aspecto y personalidad, un gato que sea una cruza de siamés puede no ser tan obvio. Si estás intentando averiguar si tu gato es una cruza de siamés, entonces hay unos cuantos signos que puedes buscar.
1. Uno de los primeros signos es el color de su pelaje. Los gatos siamés son conocidos por su pelaje blanco con manchas negras o marrones, y una cruza de siamés puede tener un pelaje similar. Otra característica del pelaje de los siamés es que suele ser muy fino y suave al tacto.
2. Otra forma de saber si tu gato es una cruza de siamés es analizar su comportamiento. Los gatos siamés son conocidos por ser muy cariñosos y apegados a sus dueños, y una cruza de siamés puede tener el mismo comportamiento. También suelen ser muy curiosos y juguetones, y les encanta saltar y trepar.
3. Otra característica distintiva de los gatos siamés es su forma de maullar. Maullan de forma muy distinta a otros gatos, y su maullido suele ser más alto y más agudo. Si escuchas a tu gato maullar y parece que su maullido es muy distinto al de otros gatos, entonces es posible que sea una cruza de siamés.
4. Finalmente, otra forma de saber si tu gato es una cruza de siamés es fijándote en su cara. Los gatos siamés tienen un aspecto muy distinto a otros gatos, y suelen tener una cara más triangular y unos ojos muy apartados. Si tu gato tiene este tipo de cara, entonces es posible que sea una cruza de siamés.
En general, si tu gato tiene alguna de estas características, entonces es posible que sea una cruza de siamés. Si estás intentando averiguarlo con certeza, entonces lo mejor es que consultes a un veterinario o a un criador de gatos.