Si tu gato está sano y en buena forma, es probable que no necesites saber su peso con exactitud. Sin embargo, si tu gato está enfermo o enfermo, puedes necesitar saber su peso para determinar la dosis correcta de medicamentos o para mantener un registro de su progreso. Afortunadamente, hay un par de maneras de aproximar el peso de tu gato sin usar una balanza.
Paso 1: Pon a tu gato en un lugar en el que puedas ver su espalda y su vientre. Si tu gato es muy grande o muy pequeño para que te sientes a su lado, ponlo en una superficie plana y elevada, como una mesa o una silla.
Paso 2: Usando una cinta métrica, mide la distancia desde el extremo de la cola de tu gato hasta la parte más ancha de su pecho. Anota este número para que puedas compararlo con la tabla de peso en el paso siguiente.
Paso 3: Compara la medida del paso 2 con la siguiente tabla de peso aproximado de gatos. Este es un buen punto de referencia, pero no es 100% preciso, ya que el tamaño y la densidad del pelaje de tu gato pueden afectar el peso real.
Longitud (pulgadas) | Peso aproximado (libras) |
---|---|
5 | 3 |
6 | 4 |
7 | 5 |
8 | 6 |
9 | 7 |
10 | 8 |
Paso 4: Si tu gato está enfermo o enfermo, puedes llevarlo a una clínica veterinaria para que lo pese en una balanza y te dé un número más preciso. De lo contrario, la tabla de peso del paso 3 debería ser suficiente para ayudarte a determinar si tu gato está ganando o perdiendo peso.
Para saber el peso de un gato sin tener que usar una balanza, existen una serie de trucos y consejos que puedes seguir. A continuación, te detallamos algunos de ellos:
Observa al gato. Un gato sano y en buen estado de forma debe tener un aspecto compacto y terso, con el pelaje brillante y sin aparentar ser demasiado delgado o gordo. Por el contrario, un gato que está enfermo o que no se encuentra en buen estado de forma, puede tener el pelaje apagado y sin brillo, y su cuerpo suele estar más flaco o más gordo de lo habitual, respectivamente.
Toca al gato. Si observas con detenimiento a tu gato, te darás cuenta de que los animales sanos y en forma tienen unos músculos bien tonificados, y su cuerpo está bien proporcionado. En cambio, los gatos que no se encuentran en buen estado de forma, suelen tener un cuerpo más blando y sin tono muscular.
Pesa al gato. Otra forma de saber el peso de tu gato es pesándolo. Para ello, puedes usar una báscula de baño o de cocina. Si no dispones de una de estas, puedes pedirle a otra persona que te ayude a levantar al gato y a colocarlo sobre la báscula. Una vez que hayas hecho esto, anota el peso que indica la báscula y compáralo con las tablas de peso recomendadas para gatos.
Consulta a tu veterinario. Si tienes dudas sobre el estado de forma y el peso de tu gato, lo mejor es que acudas a tu veterinario de confianza. Él o ella podrán examinar al animal y, si es necesario, realizarle una serie de pruebas para determinar si está sano o enfermo.
Los gatos son animales de compañía muy populares, y muchas personas quieren saber cómo pueden mantener a sus mascotas en buena forma. El peso de un gato es una de las maneras más importantes de saber si está en buena salud, y es importante que los dueños de gatos sepan cómo pesar a sus mascotas. Afortunadamente, pesando a un gato es un proceso relativamente sencillo.
Paso 1: Encuentra una escala que puedas usar. Los gatos no son muy grandes, por lo que una báscula de baño o una báscula de cocina será suficiente. Si no tienes una escala a mano, puedes usar una de las que se encuentran en tiendas de mascotas o en el veterinario. También puedes pedirle a tu veterinario que te ayude a pesar a tu gato la próxima vez que lleves a tu mascota a una visita.
Paso 2: Pon a tu gato en la escala y haz que se quede quieto. Si tu gato es muy activo o si no está acostumbrado a ser pesado, puede que tengas que pedirle ayuda a otra persona para que sujete a tu mascota mientras tú lees el peso. Una vez que tu gato esté en la escala y estable, puedes leer el peso.
Paso 3: Anota el peso de tu gato y guárdalo en un lugar seguro. Es importante que lleves un registro del peso de tu mascota, ya que puede ayudarte a detectar problemas de salud en una etapa temprana. Si tu gato pierde o gana peso de manera significativa, puede ser un signo de que algo anda mal, por lo que deberías llevarlo al veterinario para un examen.
Paso 4: Compáralo con una tabla de pesos para gatos. Aunque no hay un tamaño perfecto para todos los gatos, existen tablas de pesos que pueden ayudarte a determinar si tu mascota está en un peso saludable. Compara el peso de tu gato con la tabla y si estás preocupado por su peso, habla con tu veterinario.
Es importante mantener un control del peso de tu gato, y esto es especialmente cierto si es un gato bebé. Si bien es posible que puedas estimar el peso de un gato adulto con cierta precisión, el peso de un gato bebé es mucho más difícil de evaluar. Afortunadamente, hay un par de formas en que puedes averiguar con seguridad el peso de tu gatito.
Paso 1: Toma las medidas del gato. Debes tomar la longitud y el perímetro del cuello, la longitud y el perímetro del abdomen y la longitud de la cola. Anota todas estas medidas para que puedas usarlas más tarde.
Paso 2: Usa una calculadora de gatos en línea. Hay un par de sitios web que ofrecen calculadoras de gatos. Estas calculadoras le pedirán que ingrese las medidas que tomó en el paso 1. Luego, usarán estas medidas para calcular el peso aproximado del gato.
Paso 3: Llame a su veterinario. Si no está seguro de si confía en las calculadoras de gatos en línea, o si simplemente quiere una segunda opinión, llame a su veterinario. Su veterinario le dará una estimación más precisa del peso de su gato, y también le dará consejos sobre cómo mantener a su gato en un peso saludable.
Si tu gato pesa cinco kilos, ¡felicidades! Eso significa que tu gato está en muy buena forma y es una longitud y un peso saludables. De hecho, el peso medio de un gato adulto es de aproximadamente 3,5 kg, por lo que tu gato está un poco por encima de la media, pero eso no es necesariamente una mala cosa. Un gato de 5 kg puede ser una gran ventaja si tu gato está en una raza que suele ser delgada, como los siameses, o si tu gato es muy activo y quema muchas calorías.
Sin embargo, si tu gato pesa cinco kilos y no está en la raza de los siameses, o si no es muy activo, es posible que debas llevarlo al veterinario para un examen. A veces, el peso excesivo en los gatos puede ser un signo de enfermedad renal, diabetes o hipotiroidismo. Así que, si tu gato está ganando peso de manera constante o si no puede bajar de peso a pesar de que estás alimentándolo de manera adecuada, es una buena idea llevarlo al veterinario para una evaluación más completa.