La menstruación de una gata, también conocida como "regla", dura aproximadamente cinco días y ocurre una o dos veces al año. Aunque las hembras de gatos no tienen un ciclo regular como las mujeres, suelen tener su primer "sangrado" entre los seis y los nueve meses de edad.
Las gatas generalmente no presentan ningún síntoma durante su menstruación, aunque algunas pueden volverse más sensibles y necesitar un poco más de atención y cariño. Si tu gata está teniendo su "regla", es importante que la mantengas alejada de otros gatos machos, ya que podrían oler su "sangrado" y molestarla.
Durante la menstruación, es normal que tu gata pierda un poco de sangre y que tenga pequeños coágulos. Si observas que su sangrado es abundante o que está teniendo dificultades para orinar o defecar, consulta a tu veterinario de inmediato, ya que podría tratarse de un problema de salud más serio.
Para mantener a tu gata limpia y cómoda durante su menstruación, pon un pañal o una toalla en su cama. Si tu gata es especialmente sensible durante este tiempo, también puedes usar una camiseta vieja para cubrir su cuerpo y evitar que se ensucie.
Con un poco de cuidado y atención, la menstruación de tu gata debería ser un evento sin problemas.
Hay ciertas señales que pueden indicar que tu gata está en celo. A continuación, te presentamos una breve lista de las mismas:
Si observas alguna o varias de las señales mencionadas anteriormente, es posible que tu gata esté en celo. En cualquier caso, lo mejor es que consultes a tu veterinario para que pueda diagnosticar el problema con certeza.
La gata empieza a menstruar a la edad de 4 a 6 meses. Aunque la mayoría de las gatas tienen su primer ciclo entre los 4 y los 5 meses de edad, algunas pueden tenerlo un poco antes o un poco después. Los ciclos pueden ser regulares o irregulares al principio, pero suelen regularizarse en pocos meses.
La duración del ciclo puede variar, pero suele ser de unos siete días. La gata menstruará durante unos tres o cuatro días, y puede haber un poco de sangrado entre los ciclos. La cantidad de sangrado también puede variar, pero suele ser muy leve.
Los ciclos menstruales de las gatas son regulados por hormonas. A medida que la gata madura, sus niveles de hormonas cambian, lo que provoca que se produzca la menstruación. Los ciclos seguirán ocurriendo mientras la gata tenga niveles adecuados de hormonas.
La menstruación se detendrá cuando la gata esté enferma, estresada o en periodos de poca luz. También se detendrá cuando la gata esté embarazada o en periodos de lactancia.
El celo en las gatas es el período en el que están fértiles y pueden concebir. Es decir, es el momento en el que se pueden aparear y tener crías. En el celo, las gatas están más excitadas, más cariñosas y más activas de lo normal. Algunas gatas incluso pueden llegar a ser agresivas.
El celo suele durar entre 3 y 7 días, aunque puede variar en función de la gata. Hay gatas que presentan un celo muy breve, de un solo día, mientras que otras lo pueden tener durante más de una semana.
En el celo, las gatas no solo están más cariñosas, sino que también pueden llegar a ser más agresivas. Algunas gatas incluso pueden llegar a maullar y a llorar de forma exagerada.
El celo también se caracteriza porque la gata sangra. Aunque no es una hemorragia abundante, las gatas pueden llegar a manchar un poco el suelo o la ropa. Esto se debe a que, durante el celo, el útero de la gata se engrosa y se produce una pequeña hemorragia.
Por tanto, si tu gata está en celo, es normal que sangre un poco. No debes preocuparte, ya que se trata de un proceso totalmente natural. Lo único que debes hacer es limpiar los manchas de sangre para evitar que se estropee la ropa o el suelo.
En algunos casos, las gatas pueden llegar a manchar tanto que necesiten tomar un antihemorragico. Si tu gata está sangrando de forma abundante, lo mejor es que acudas al veterinario lo antes posible.