Algunas personas prefieren tener gatos machos, mientras que otras prefieren tener gatos hembras. Hay ventajas y desventajas para ambos sexos, pero a continuación se enumeran algunas de las ventajas de tener un gato hembra.
1. Menos costosos - Un gato hembra es generalmente más barato que un gato macho. Los gatos machos necesitan ser castrados para evitar que se apareen, lo cual puede ser costoso. Los gatos hembras, por otro lado, no necesitan ser castrados.
2. Menos enfermedades - Los gatos machos tienen más probabilidades de contraer enfermedades testiculares que las hembras. Las hembras también son menos propensas a desarrollar algunas otras enfermedades, como la uretritis.
3. Menos problemas de comportamiento - Los gatos machos pueden tener problemas de comportamiento si no son castrados. Pueden ser agresivos o marcar su territorio con orina. Los gatos hembras, por otro lado, raramente tienen este tipo de problemas.
4. Mejor para los niños - Los gatos hembras suelen ser más tranquilos y cariñosos que los machos. Esto puede ser una ventaja si tienes niños en casa. Los gatos machos, en cambio, pueden ser más nerviosos y agresivos.
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