Las feromonas son sustancias químicas naturales que se emiten por los animales y que sirven para comunicarse. Los gatos usan las feromonas para marcar su territorio, relacionarse socialmente y para indicar su estado de ánimo. Las feromonas se pueden encontrar en la orina, la saliva, la piel y el pelo de los gatos.
Los gatos tienen un órgano en el interior de la nariz llamado el glándula de Harder. Esta glándula produce feromonas que se mezclan con la orina y el sebo del gato. Los gatos marcan su territorio orinando en objetos verticales y frotando su cuerpo contra ellos. También lo hacen al frotar su cabeza contra objetos o personas.
Las feromonas también se producen en las glándulas anales de los gatos. Cuando un gato se siente amenazado o enfadado, puede levantar el rabo y expulsar feromonas anales. Esto es una señal de advertencia para otros gatos.
Los gatos también usan las feromonas para comunicarse entre ellos. Segregan feromonas en el sebo y el pelo cuando se lamen. También frotan su cuerpo contra los demás gatos para compartir feromonas. Esto les ayuda a establecer y mantener los vínculos sociales. Las feromonas también juegan un papel en el comportamiento sexual de los gatos.
Las feromonas se pueden usar para calmar a los gatos. Los productos que contienen feromonas artificiales se han creado para imitar el efecto de las feromonas naturales. Se pueden usar en aerosoladores para gatos, collares y sprays. Los productos con feromonas suelen ayudar a los gatos a sentirse más tranquilos y seguros en entornos nuevos o estresantes.
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