Paso 1: Prepara el área de trabajo. Piensa en cómo deseas cepillar a tu gato. Si tu gato es un poco miedoso, es posible que no quiera que te acerques mucho. Si tu gato es muy activo, es posible que debas cepillarlo en un área pequeña para que no se aleje. Elije un área que esté protegida del viento y el frío. También debes asegurarte de que haya suficiente luz para que puedas ver lo que estás haciendo.
Paso 2: Cepilla a tu gato con cuidado. Debes cepillar a tu gato en la misma dirección en que crece su pelo. Si cepillas en sentido contrario, puedes causarle dolor o molestia. También debes ser muy cuidadoso alrededor de la cola y las orejas. Estas áreas son muy sensibles y pueden ser fácilmente dañadas. Si tu gato no está acostumbrado a ser cepillado, es posible que debas comenzar con solo unos pocos minutos por día. Aumenta el tiempo poco a poco hasta que tu gato se acostumbre a ser cepillado.
Paso 3: Limpia el área de trabajo. Después de cepillar a tu gato, debes limpiar la zona donde trabajaste. Esto es importante para mantener el área limpia y libre de pelos. También es importante para evitar que tu gato se coma los pelos que se hayan soltado.
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