Regurgitar la comida es una condición en la que un gato vomita cierto material sin digerirlo. A diferencia de los vómitos, los gatos que regurgitan no producen arcadas ni tienen ningún otro tipo de molestia. En la mayoría de los casos, el gato regurgitará una bolita de pelo o una pequeña cantidad de comida.
Regurgitar la comida puede ser un indicador de un problema subyacente, como el síndrome de motilidad esofágica, un trastorno del movimiento del esófago que hace que los alimentos no se muevan correctamente a través del tracto digestivo. Otra posible causa de regurgitación es una obstrucción del tracto digestivo, como un tumor o un cuerpo extraño.
Si nota que su gato regurgita la comida con frecuencia, es importante que lo lleve al veterinario para que pueda examinarlo y diagnosticar la causa subyacente. El tratamiento de la regurgitación puede variar, pero generalmente incluye medicamentos para tratar la motilidad esofágica o la obstrucción del tracto digestivo, así como cambios en la dieta. En algunos casos, la regurgitación puede ser un síntoma de un trastorno más grave, como una enfermedad cardíaca o una infección, por lo que es importante obtener un diagnóstico lo antes posible.
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