¿Qué es la deshidratación?
La deshidratación es un trastorno que se produce cuando el cuerpo pierde demasiado líquido y no puede reponerlo de manera adecuada. Esto puede ocurrir debido a una falta de ingesta de líquidos, a una pérdida excesiva de líquidos o a una combinación de ambas. La deshidratación puede ocurrir en personas de cualquier edad, pero es más común en los niños, los adultos mayores y las personas con enfermedades crónicas o que están enfermas. Si no se trata, la deshidratación puede poner en peligro la vida. Sin embargo, la deshidratación se puede prevenir y tratar fácilmente.
Síntomas de la deshidratación
Los síntomas de la deshidratación varían según la edad y el estado de salud de la persona. En general, los síntomas de la deshidratación se dividen en tres categorías:
- Síntomas leves de deshidratación. Estos incluyen:
- Sed extrema
- Boca seca
- Ojos hundidos
- Piel seca y pegajosa
- Cansancio
- Dolor de cabeza
- Mareos
- Náuseas o vómitos
- Falta de apetito
- Orinar menos de lo habitual
- Síntomas moderados de deshidratación. Estos incluyen todos los síntomas de la deshidratación leve, además de:
- Confusión
- Piel fría y pegajosa
- Labios secos y pegajosos
- Pulso rápido
- Respiración rápida
- Dolor de estómago
- Síntomas graves de deshidratación. Estos incluyen todos los síntomas de la deshidratación leve y moderada, además de:
- Piel fría y azulosa
- Latidos cardíacos irregulares
- Nivel de consciencia reducido o pérdida de consciencia
- Shock
Causas de la deshidratación
La deshidratación ocurre cuando el cuerpo pierde más líquido de lo que puede reponer. Esto puede deberse a una falta de ingesta de líquidos, a una pérdida excesiva de líquidos o a una combincación de ambas. Las principales causas de la deshidratación son:
- Falta de ingesta de líquidos. La sed es el principal indicador de que el cuerpo necesita líquidos. A menudo, la sed se puede confundir con la ansiedad, el cansancio o el hambre. Por lo tanto, es importante beber líquidos con regularidad, incluso si no se tiene sed. Las personas que no beben suficientes líquidos pueden estar en riesgo de deshidratación, sobre todo si hace calor, si hace ejercicio o si tienen una enfermedad que afecta a la ingesta de líquidos.
- Pérdida excesiva de líquidos. El cuerpo pierde líquido de varias maneras, incluyendo el sudor, el respirar, la orina y la evacuación intestinal. La pérdida excesiva de líquidos puede deberse a una enfermedad, a un trastorno o a un medicamento. Las enfermedades que pueden causar la deshidratación incluyen el vómito, la diarrea, la fiebre y la síndrome de la secreción inadecuada de antidiuréticos. Los trastornos que pueden causar la deshidratación incluyen el síndrome de distracción renal y la enfermedad de Cushing. Algunos medicamentos, como los diuréticos, pueden aumentar la pérdida de líquidos.
Factores de riesgo de la deshidratación
Cualquier persona puede deshidratarse, pero algunas personas son más propensas a la deshidratación que otras. Los factores de riesgo de la deshidratación incluyen:
- Edad. Los bebés, los niños pequeños y los adultos mayores tienen un mayor riesgo de deshidratación debido a que su cuerpo tiene más dificultades para regular el líquido y la temperatura. También tienen menos reservas de líquidos y son más propensos a enfermedades que pueden causar la deshidratación.
- Enfermedades. Algunas enfermedades y trastornos pueden aumentar el riesgo de deshidratación. Estos incluyen el cáncer, el SIDA, el parkinson, el Alzheimer y otras enfermedades neurológicas. También están en riesgo las personas con enfermedades del corazón, los riñones o el hígado. Las personas con diabetes también tienen un mayor riesgo de deshidratación.
- Condiciones médicas. Algunas condiciones médicas pueden aumentar el riesgo de deshidratación. Estas incluyen la gastritis, el síndrome de intestino irritable, la enfermedad celíaca y otras enfermedades digestivas. También están en riesgo las personas con hipertensión, migraña y trastornos del sueño.
- Medicamentos. Algunos medicamentos pueden aumentar el riesgo de deshidratación. Estos incluyen los diuréticos, los laxantes y los antiácidos. También están en riesgo las personas que toman medicamentos para el Parkinson y otras enfermedades neurológicas.
- Hábitos. Algunos hábitos pueden aumentar el riesgo de deshidratación. Estos incluyen el fumar y el consumo excesivo de alcohol. También están en riesgo las personas que no beben suficientes líquidos o que hacen ejercicio de manera excesiva.
- Clima. El clima caluroso y el viento fuerte pueden aumentar el riesgo de deshidratación. También están en riesgo las personas que viven en zonas de alta altitud.
Complicaciones de la deshidratación
La deshidratación puede causar varias complicaciones, incluyendo:
- Shock. Si la deshidratación no se trata, puede causar shock. El shock es una condición grave en la que el cuerpo no puede bombear suficiente sangre. Esto puede ser fatal.
- Insuficiencia renal. La deshidratación puede dañar los riñones y causar insuficiencia renal. La insuficiencia renal es una condición en la que los riñones no pueden filtrar la sangre correctamente.
- Insuficiencia cardíaca. La deshidratación también puede dañar el corazón y causar insuficiencia cardíaca. La insuficiencia cardíaca es una condición en la que el corazón no puede bombear suficiente sangre.
- Coma. Si la deshidratación no se trata, puede causar coma. El coma es un estado de inconsciencia en el que una persona no puede responder a estímulos externos.
- Muerte. Si la deshidratación no se trata, puede ser fatal.
Prevención de la deshidratación
La deshidratación se puede prevenir fácilmente bebiendo suficientes líquidos. Se recomienda beber ocho vasos de agua al día. Sin embargo, esta cantidad puede variar según la edad, el peso y el estado de salud de la persona. Las personas que hacen ejercicio, que sudan mucho o que están enfermas deben beber más líquidos. Las personas que toman diuréticos o que tienen una enfermedad que afecta la ingesta de líquidos también deben beber más líquidos.
Tratamiento de la deshidratación
La deshidratación se puede tratar fácilmente bebiendo líquidos. Si la persona no puede beber líquidos por sí misma, puede necesitar líquidos intravenosos. Los líquidos intravenosos se administran directamente en la vena a través de un tubo. Los líquidos intravenosos pueden ser necesarios si la persona tiene vómitos o diarrea, si está inconsciente o si tiene shock.
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