Para muchos gatos, uno de los manjares más deliciosos es el pollo fresco. No importa si es de una granja local o de un supermercado, el pollo fresco es una golosina que a muchos gatos les encanta. Aunque el pollo fresco es una gran comida para un gato, es importante que se le dé con moderación. Demasiado pollo fresco puede ser difícil de digerir para un gato y puede causar problemas estomacales. Es mejor darle a tu gato un trozo de pollo fresco de vez en cuando como una golosina, en lugar de como su comida principal.
Al comprar pollo fresco para su gato, es importante asegurarse de que está completamente cocido. El pollo crudo puede contener bacterias que pueden ser peligrosas para los gatos. Asegúrese de que el pollo que le da a su gato esté bien cocido y sin espinas para evitar que se lastime. También es importante no darle al gato la piel del pollo, ya que puede ser muy grasosa y difícil de digerir.
El pollo fresco es una gran golosina para los gatos, pero es importante darlo con moderación. Asegúrese de que el pollo esté bien cocido y sin espinas para evitar que se lastime. También es importante no darle al gato la piel del pollo, ya que puede ser muy grasosa y difícil de digerir.
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