El aparato urinario de los gatos está formado por el riñón, la uretra, la vejiga y el uréter. El riñón es un órgano parecido a un frijol que se encuentra en la parte baja de la espalda, justo detrás de las costillas. Los riñones filtran la sangre y producen orina. La orina pasa a través de los uréteres hasta la vejiga, donde se almacena hasta que el gato orina.
Los gatos tienen dos riñones, uno a cada lado de la columna vertebral. Los riñones son los órganos encargados de filtrar la sangre y eliminar los desechos del cuerpo a través de la orina. La orina pasa a través de los uréteres hasta la vejiga, donde se almacena hasta que el gato orina.
La uretra es el tubo que conecta la vejiga al exterior del cuerpo. Los gatos machos tienen una uretra más larga que las hembras, lo que hace que sean más propensos a desarrollar problemas urinarios. Los gatos machos también tienen unos órganos llamados cálices, que son unos sacos donde se concentra la orina. Los cálices ayudan a que la orina se concentre y se eliminen los residuos del cuerpo.
La vejiga es un órgano en forma de pera donde se almacena la orina hasta que el gato orina. Los gatos orinan en pequeñas cantidades, por lo que la vejiga se llena gradualmente. Cuando la vejiga está llena, el gato siente la necesidad de orinar y va al baño.
Los gatos tienen unos órganos llamados cálices, que son unos sacos donde se concentra la orina. Los cálices ayudan a que la orina se concentre y se eliminen los residuos del cuerpo.
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