Muchos perros y gatos tienen orejas irritadas y enrojecidas. Esto puede ser debido a una variedad de factores, desde una infección hasta una alergia. A menudo, las orejas irritadas son un signo de que algo anda mal en el interior del oído. Sin embargo, a veces la oreja irritada puede ser un síntoma de una afección más grave. Si nota que su perro o gato tiene orejas irritadas, es importante que consulte a un veterinario para que pueda diagnosticar y tratar la causa.
Hay muchas causas posibles de oreja irritada en perros y gatos. Una de las más comunes es la infección. Las infecciones del oído pueden ser causadas por bacterias, hongos o parásitos. Otro factor que puede causar orejas irritadas es la alergia. Las alergias pueden ser causadas por una variedad de cosas, desde el polen hasta las picaduras de insectos. Otras causas posibles de oreja irritada incluyen trauma, reacción a medicamentos y enfermedades del oído.
Si su perro o gato tiene orejas irritadas, es importante que consulte a un veterinario para que pueda diagnosticar y tratar la causa. El diagnóstico se basará en una revisión de la historia médica del animal y un examen físico. También se pueden realizar pruebas, como cultivos de oído y pruebas de alergia. El tratamiento de oreja irritada dependerá de la causa. Por ejemplo, si la oreja irritada es causada por una infección, el tratamiento puede incluir antibióticos o hongos. Si la oreja irritada es causada por alergias, el tratamiento puede incluir antihistamínicos o corticosteroides.
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