Los gatos son animales muy limpios, y suele ser raro que huelan mal. De hecho, muchas personas les gusta el olor a lavanda de los gatos. Sin embargo, si notas que tu gato huele a lavanda, puede ser un signo de que tiene una enfermedad o alergia.
Si tu gato comienza a oler a lavanda, lo primero que debes hacer es llevarlo al veterinario. El olor a lavanda puede ser un signo de una enfermedad grave, como el cáncer. El veterinario puede hacer una prueba de sangre para comprobar si tu gato tiene cáncer. También puede hacer una radiografía para ver si hay tumores.
Si el veterinario no encuentra ninguna enfermedad, es posible que tu gato tenga una alergia. Muchos gatos son alérgicos a los productos químicos que se usan para lavar la ropa. Si usas productos con fragancia, como la lavanda, es posible que tu gato tenga una alergia a la lavanda.
Para tratar una alergia, el veterinario te recetará un medicamento. También te dará instrucciones para cambiar la forma en que lavas la ropa y cuidas del gato. Si sigues las instrucciones del veterinario, tu gato dejará de oler a lavanda.
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