Los gatos son animales muy sensibles al tacto, y les gusta que los acariciemos. Sin embargo, a veces podemos hacerlo de forma incorrecta o simplemente no les gusta que los toquemos en ciertas partes de su cuerpo. En este artículo te contamos lo contrario de acariciar a un gato.
Los gatos no siempre quieren que los acariciemos. A algunos les gusta que los toquemos en la cabeza o en la espalda, pero otros no soportan que les toquemos en esas zonas. También hay gatos que no les gusta que los toquemos en absoluto. Por ello, es importante respetar el espacio de los gatos y no forzarles a que se dejen acariciar.
A veces, cuando acariciamos a un gato, lo hacemos de forma incorrecta. Los gatos no soportan que los toquemos con las uñas, así que cuando los acariciamos debemos hacerlo con la palma de la mano. Tampoco les gusta que los toquemos con nuestros dedos, así que es mejor usar la mano entera. Y por último, no les gusta que los toquemos en la cara, especialmente en los ojos o en la boca.
En resumen, lo contrario de acariciar a un gato es respetar su espacio, no forzarlo a que se deje acariciar y no hacerlo de forma incorrecta. Si respetamos estas reglas, podremos disfrutar de la compañía de los gatos sin molestarlos.
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