Los gatos pueden vomitar por una variedad de razones. Algunas veces, el gato simplemente necesita expulsar un pelo o un cuerpo extraño que se ha tragado. Otras veces, vomitar puede ser un signo de enfermedad grave. A continuación se presentan las posibles causas de por qué vomita tu gato y cuándo debes llevarlo al veterinario.
Causas comunes de la vomiting en los gatos
Hay muchas razones por las que un gato puede vomitar. Los gatos son grandes pelusas y, a veces, necesitan vomitar para deshacerse de un exceso de pelo. También pueden vomitar si se comen demasiado rápido o tragan aire junto con su comida. Los gatos también pueden vomitar si tragan un cuerpo extraño, como un hueso o un juguete. La mayoría de estas causas no son motivo de preocupación y el gato se recuperará por sí solo.
Sin embargo, si el gato vomita con frecuencia o si el vómito está acompañado de otros síntomas, es importante llevarlo al veterinario para que lo examine.
Causas menos comunes de la vomiting en los gatos
Vomitar puede ser un signo de enfermedad grave, especialmente si el gato también tiene diarrea, fiebre o pérdida de apetito. Algunas enfermedades que pueden causar vómitos en los gatos son la gastroenteritis, el cáncer, las infecciones bacterianas o virales, las alergias, el estrés y los trastornos hormonales. Si el gato vomita con frecuencia o si el vómito está acompañado de otros síntomas, es importante llevarlo al veterinario para que lo examine.
Cómo tratar el vómito en los gatos
La mayoría de las veces, el vómito no es motivo de preocupación y el gato se recuperará por sí solo. Sin embargo, si el gato vomita con frecuencia o si el vómito está acompañado de otros síntomas, es importante llevarlo al veterinario para que lo examine. El veterinario puede diagnosticar la causa del vómito y recetar el tratamiento adecuado.
Mientras esperas la cita con el veterinario, puedes aliviar los síntomas del vómito en tu gato al reducir la cantidad de comida que come. También puedes ofrecerle agua fresca y limpia para que beba. No le des comida ni agua si está vomitando con frecuencia, ya que esto puede empeorar los síntomas. Si el vómito persiste o si el gato presenta otros síntomas, como diarrea, fiebre o pérdida de apetito, llame al veterinario de inmediato.
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