Una gata sin celo es una félida que no está en estado de celo. El estado de celo de una gata dura entre 5 y 9 días, y está caracterizado por un aumento del apetito sexual, un comportamiento más cariñoso y una postura de cuerpo más erguida. En el estado de celo, la gata también se frotará contra objetos y personas, y emitirá un sonido característico llamado "canto de gata".
Después del celo, la gata tendrá un periodo de descanso de unos días en el que volverá a su comportamiento normal. Si la gata no está en celo, es posible que no tenga apetito sexual y se muestre indiferente a los machos. También puede que no se produzca el canto de gata.
En algunos casos, una gata puede presentar síntomas de celo sin estar realmente en estado de celo. Esto se conoce como "pseudocelo" y puede deberse a un estímulo externo, como la presencia de un gato macho en el territorio de la gata. También puede ser provocado por un estado de estrés o ansiedad, y en algunos casos puede ser un síntoma de un trastorno hormonal.
Si tu gata está en celo, es importante llevarla al veterinario para que le realicen una revisión y descarten cualquier problema de salud. Si la gata no está en celo, pero está mostrando síntomas, también deberías consultar a tu veterinario para descartar cualquier trastorno subyacente.
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