Los gatos son muy populares en todo el mundo y eso se debe a que son mascotas muy cariñosas, inteligentes y fáciles de cuidar. A continuación, te contamos algunas curiosidades sobre estos felinos que seguro que no conocías.
1. Los gatos pueden tener alergia a los humanos. Sí, como lo lees. Algunos gatos pueden llegar a tener alergia a los humanos, lo que provoca en ellos síntomas como estornudos, ojos llorosos, tos, dermatitis… Si notas que tu gato tiene estos síntomas, lo mejor es que acudas al veterinario para que pueda diagnosticar la alergia y tratarla.
2. Los gatos son capaces de saltar siete veces su propia altura. Los gatos son animales muy ágiles y es que son capaces de saltar siete veces su propia altura. Eso sí, cuando saltan, siempre lo hacen de forma correcta, es decir, aterrizando de forma correcta para no lesionarse.
3. Los gatos no pueden ver los colores. Aunque los gatos no pueden ver los colores, sí que son capaces de distinguir el tono. Es decir, saben si un objeto es claro o oscuro, pero no saben si es rojo o verde, por ejemplo.
4. Los gatos no tienen glándulas sudoríparas en su piel. A diferencia de los humanos, los gatos no tienen glándulas sudoríparas en su piel. Esto quiere decir que no sudan para regular su temperatura corporal. Lo que sí que hacen los gatos para regular su temperatura es lamerse, ya que, al lamerse, aumenta la circulación de la sangre.
5. Los gatos tienen 32 músculos en cada oreja. Los gatos son capaces de mover sus orejas independientemente una de otra y es que tienen 32 músculos en cada una de ellas. Con estos músculos, los gatos son capaces de mover sus orejas en un rango de 180 grados.
6. Los gatos necesitan comer carne para sobrevivir. Aunque a muchos les parezca que los gatos son vegetarianos, la verdad es que no lo son. Los gatos necesitan comer carne para sobrevivir, ya que necesitan una sustancia llamada taurina para mantener un corazón sano y una buena visión.
7. Los gatos no pueden vomitar. A diferencia de los perros, los gatos no pueden vomitar. Esto se debe a que su sistema digestivo está diseñado de tal forma que no pueden expulsar nada de lo que hayan comido.
8. Los gatos no tienen pulmones completos. Los gatos no tienen pulmones completos, sino que tienen unos pulmones muy reducidos. Esto quiere decir que los gatos no pueden respirar de forma completa, pero sí que pueden respirar de forma superficial.
9. Los gatos no tienen pestañas. Aunque a muchos les parezca que los gatos tienen pestañas, la verdad es que no las tienen. Los gatos tienen unas pequeñas protuberancias en sus ojos que les sirven para protegerlos del polvo y la suciedad.
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