Los gatos son animales muy limpios, pero necesitan nuestra ayuda para estar completamente limpios. A continuación te damos algunos consejos para limpiar a un gato bebé:
Para limpiar la cara de tu gato, humedece un paño con agua caliente y sujétalo con cuidado mientras limpias su cara con movimientos suaves. No uses jabón ni otros productos en la cara de tu gato, ya que podría irritar sus ojos. Asegúrate de limpiar bien las orejas de tu gato, especialmente si tiene suciedad o cera acumulada. Los gatos no pueden limpiarse las orejas solos, así que necesitan que les ayudemos. Para limpiar las orejas de tu gato, humedece un algodón con agua tibia y sujétalo con cuidado mientras limpias suavemente las orejas. No introduzcas ningún objeto en las orejas de tu gato, ya que podría dañar sus oídos.
Para bañar a un gato, llena una bañera o lavabo con agua tibia y pon un poco de jabón suave en el agua. Asegúrate de que el jabón no entre en contacto con los ojos, la nariz o la boca de tu gato. Puedes usar una manguera para enjuagar al gato, pero asegúrate de que el agua no esté ni muy caliente ni muy fría. Al terminar, sácalo de la bañera o lavabo con cuidado y enjuágalo con agua tibia para asegurarte de que no quede jabón en su piel. A continuación, sácale el exceso de agua con una toalla y péinalo con un cepillo suave para gatos. Deja que tu gato se seque al aire libre o ponlo en una toalla hasta que se seque por completo.
Los gatos necesitan un cepillo de dientes suave para ayudarles a mantener sus dientes limpios. Asegúrate de usar un cepillo de dientes y pasta de dientes especiales para gatos. Cepilla suavemente los dientes de tu gato una o dos veces por semana para ayudar a mantener sus dientes limpios y saludables. Si tu gato no está acostumbrado a que le cepilles los dientes, puedes empezar poco a poco, cepillándose uno o dos dientes cada vez. Cuando hayas terminado, dile algo bonito para que sepa que ha hecho un buen trabajo.
Los gatos necesitan unas uñas limpias y sanas. Asegúrate de cortar las uñas de tu gato cada semana o cada dos semanas, dependiendo de lo rápido que crecen. Si no estás seguro de cómo cortar las uñas de tu gato, ponte en contacto con tu veterinario o un salón de belleza para gatos. Cortar las uñas de tu gato no es difícil, pero es importante que lo hagas con cuidado para no dañar sus uñas o cortarle la piel.
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