La seborrea es una afección que se caracteriza por la presencia de escamas en la piel de los perros (y también en los gatos). Estas escamas son grasientas y se forman debido a un exceso de producción de sebo. La seborrea puede ser leve o grave, y puede afectar a cualquier raza de perro. Los perros con seborrea suelen tener la piel seca, escamosa y con picazón. Si no se trata, la seborrea puede provocar una infección bacteriana o por hongos, que puede ser muy dolorosa para el perro.
La seborrea en perros se produce cuando hay un exceso de producción de sebo por parte de las glándulas sebáceas. Las glándulas sebáceas se encuentran en todo el cuerpo, pero están más concentradas en la cabeza, el cuello y la base de la cola. El sebo es una sustancia grasa que se produce naturalmente y que ayuda a proteger la piel y el pelo del perro de la sequedad, las bacterias y los hongos. Sin embargo, en algunos perros, las glándulas sebáceas pueden producir un exceso de sebo, lo que hace que la piel se vuelva grasienta y escamosa. La seborrea también puede ser causada por una alergia, una infección bacteriana o por hongos, una enfermedad de la piel, un trastorno hormonal o una reacción a ciertos medicamentos.
Los perros con seborrea suelen tener la piel seca, escamosa y con picazón. También pueden tener el pelo opaco, con caspa o enmarañado. La seborrea puede afectar a cualquier parte del cuerpo, pero suele ser más evidente en la cabeza, el cuello y la base de la cola. Si no se trata, la seborrea puede provocar una infección bacteriana o por hongos, que puede ser muy dolorosa para el perro. La infección también puede hacer que el perro tenga fiebre y que pierda el apetito.
Si sospechas que tu perro puede tener seborrea, lo mejor es que acudas al veterinario lo antes posible. El veterinario diagnosticará la seborrea mediante un examen físico y, en algunos casos, también podrá realizar una prueba de laboratorio para descartar otras enfermedades de la piel. Si el veterinario confirma que tu perro tiene seborrea, lo más probable es que te recete un champú para la seborrea especialmente formulado para perros. Este champú suele contener una sustancia llamada sulfato de selenio, que ayuda a disolver el exceso de sebo de la piel. También puede recetarte un antihistamínico para aliviar la picazón. En algunos casos, el veterinario también puede recetar un antibiótico para tratar una infección bacteriana o un antifúngico para tratar una infección por hongos.
El tratamiento de la seborrea suele ser muy efectivo, y la mayoría de los perros mejoran significativamente en cuestión de semanas. Sin embargo, es importante seguir las instrucciones del veterinario al pie de la letra y acudir a las revisiones programadas, ya que la seborrea puede recidivar si no se trata adecuadamente.
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