El celo en los gatos es el proceso fisiológico mediante el cual los gatos se preparan para el apareamiento y la reproducción. Durante el celo, los gatos machos y hembras experimentan cambios hormonales y comportamentales característicos.
En los gatos machos, el celo se caracteriza por un aumento del comportamiento sexual, un aumento del apetito sexual y un aumento del marcaje territorial mediante orina y/o heces. Los gatos machos también pueden volverse más agresivos durante el celo. En las hembras, el celo se caracteriza por un aumento del apetito sexual, un aumento de la vocalización y una postura de cópula característica.
El celo en los gatos dura de 3 a 14 días, y ocurre cada 2 a 3 semanas durante la temporada de apareamiento, que es de marzo a septiembre. Sin embargo, los gatos pueden estar en celo en cualquier momento del año.
Los síntomas del celo en los gatos varían según el sexo del gato. En los machos, los síntomas del celo incluyen:
En las hembras, los síntomas del celo incluyen:
El celo en los gatos es un proceso fisiológico natural, y no requiere tratamiento. Sin embargo, si el celo está causando problemas comportamentales, como marcaje excesivo o agresividad, es posible que el veterinario recomiende tratamientos, como esteroides o antidepresivos.
Además, el celo puede ser un problema para los gatos que viven en interiores, ya que no pueden satisfacer sus necesidades sexuales. En estos casos, el veterinario puede recomendar el esterilización o la castración para prevenir el celo.
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