El celo en los gatos es el período de tiempo en el que las hembras están receptivas para el apareamiento. Durante el celo, las hembras pueden mostrar un comportamiento muy diferente al habitual, incluyendo el aumento de vocalización, el restregarse contra objetos y las personas, y el orinar fuera de la caja de arena.
El celo puede ser una experiencia muy estresante para los gatos, y también para sus propietarios. Es importante comprender el comportamiento del celo de los gatos para poder ayudar a minimizar el estrés de todos los involucrados.
El celo de los gatos puede durar de unos pocos días a unas pocas semanas, y puede ocurrir varias veces al año. Sin embargo, el celo no es un proceso continuo, y las hembras no estarán receptivas para el apareamiento durante todo el período.
En general, el celo de los gatos se divide en tres fases: la fase proestrus, la estrus y la diestrus. La duración de cada fase varía, y algunas hembras pueden saltarse la fase proestrus o la estrus.
La fase proestrus es la primera fase del celo, y es el período de tiempo en el que la hembra está comenzando a estar receptiva para el apareamiento. Durante la fase proestrus, la hembra puede comenzar a mostrar algunos de los síntomas del celo, como el aumento de vocalización y el restregarse contra objetos y personas.
También es probable que la hembra orine más durante la fase proestrus, y es posible que orine fuera de la caja de arena. Sin embargo, es poco probable que la hembra permita que un macho se acerque durante la fase proestrus.
La estrus es la segunda fase del celo, y es el período de tiempo en el que la hembra está más receptiva para el apareamiento. Durante la estrus, la hembra puede permitir que un macho se acerque y pueden ocurrir los apareamientos.
La estrus puede durar de unos pocos días a unas pocas semanas, y es posible que la hembra tenga varios apareamientos durante este período.
La diestrus es la tercera y última fase del celo, y es el período de tiempo en el que la hembra ya no está receptiva para el apareamiento. Durante la diestrus, la hembra puede comenzar a mostrar algunos de los síntomas del celo, como el aumento de vocalización y el restregarse contra objetos y personas.
También es probable que la hembra orine más durante la diestrus, y es posible que orine fuera de la caja de arena. Sin embargo, es poco probable que la hembra permita que un macho se acerque durante la diestrus.
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