No hay nada mejor que un buen baño para refrescar a tu perro después de un día de juego. Asegúrate de seguir estos pasos para que el baño sea una experiencia segura y placentera para él.
1. Elige el lugar adecuado - Si tu perro es grande, necesitarás una bañera o una ducha que sea lo suficientemente grande para que pueda pararse cómodamente. Si es pequeño, un lavabo o una tina serán suficientes. Lo más importante es que el lugar sea seguro, para que tu perro no pueda resbalar o escapar.
2. Prepárate - Antes de meter a tu perro en el agua, asegúrate de tener todo lo que necesitas a mano: champú, toalla, premios y una manguera con agua tibia.
3. Enjuáguelo - Antes de aplicar el champú, enjuaga bien a tu perro con agua tibia para remover el sudor, el polvo y la suciedad.
4. Aplica el champú - Lava a tu perro con un champú especialmente formulado para perros. Asegúrate de enjabonar bien todo su cuerpo, especialmente las zonas con pelo grueso o sin pelo.
5. Enjuáguelo de nuevo - Asegúrate de enjuagar completamente todo el champú de su cuerpo para evitar que se irrite la piel.
6. Secarlo - Usa una toalla para secarlo lo mejor posible, luego sírvele un premio y déjalo que se seque al aire.
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