Los perros son animales limpios por naturaleza, pero aun así necesitan un baño de vez en cuando para mantenerse sanos y libres de parásitos. El aseo perros no solo mantiene a tu perro limpio, también es una excelente oportunidad para que revise su cuerpo en busca de condiciones de salud que de otra forma podrían pasar inadvertidas. Asear a tu perro en casa es más sencillo de lo que piensas y puede ahorrarte mucho dinero a largo plazo. Además, es una forma de establecer un vínculo más estrecho con tu mascota. Siguiendo estos sencillos pasos, tu perro estará listo para lucir y sentirse mejor en poco tiempo.
Lo primero que necesitas hacer es preparar el espacio de aseo perros. Si planeas bañar a tu perro en la bañera, asegúrate de que esté limpia y libre de productos químicos. Si vas a usar una ducha, pon un tapón para evitar que el agua se escurra y ensucie el baño. Llena la bañera o la ducha con agua tibia, no caliente ni fría. Asegúrate de que la temperatura del agua sea cómoda para tu perro antes de comenzar el baño. Si tu perro es muy pequeño o no puede pararse, puedes usar una tina para bebés o una caja de cartón para que no se lastime con el agua del baño.
Una vez que el agua esté lista, pon una toalla en el suelo de la bañera o de la ducha para evitar que se resbale. Si tu perro es pequeño, puedes usar una toalla para envolverlo y mantenerlo caliente mientras te aseas. Si tu perro es muy grande, puedes necesitar 2 o 3 toallas para mantenerlo seco. A continuación, comienza a enjuagar a tu perro con agua tibia. Asegúrate de enjuagar bien todas las áreas, especialmente las que están expuestas a los excrementos o al polvo. Si tu perro es muy sucio, puedes necesitar enjuagarlo una o dos veces para remover toda la suciedad.
Una vez que hayas enjuagado completamente a tu perro, puedes comenzar a aplicar el champú. Elige un champú que sea adecuado para el tipo de piel y el cabello de tu perro. Aplica el champú en la espalda y el cuello de tu perro y luego, enjuágalo con agua tibia. Si tu perro tiene el pelo largo o es muy sucio, puedes necesitar repetir este paso. Cuando hayas terminado de enjuagar el champú, asegúrate de enjuagar bien todas las áreas para evitar que se formen costras en la piel de tu perro.
Una vez que hayas terminado de lavar a tu perro, puedes comenzar a secarlo. Si es posible, deja que tu perro se seque al aire libre. Si no puedes dejarlo al aire libre, puedes usar una toalla para secarlo lo mejor posible. Asegúrate de secar bien todas las áreas, especialmente las que están expuestas a los excrementos o al polvo. Si tu perro tiene el pelo largo, puedes usar un secador de pelo para ayudarlo a secarse más rápido. Cuando hayas terminado de secar a tu perro, puedes comenzar a cepillarlo para remover todos los nudos y enmarañamientos.
Si seguiste estos pasos, tu perro estará limpio, sano y listo para lucir. Asear a tu perro en casa es fácil, económico y una excelente forma de establecer un vínculo más estrecho con tu mascota. Además, es una forma de detectar condiciones de salud que de otra forma podrían pasar inadvertidas. Así que no dudes en asear a tu perro en casa siguiendo estos sencillos pasos.
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