Los gatos tienen un esqueleto compuesto de huesos. En total, los gatos tienen 230 huesos en su cuerpo. La mayoría de estos huesos están en las extremidades, que están unidos a otros huesos por articulaciones. Las articulaciones permiten que los huesos se muevan en relación unos con otros. Algunas articulaciones son fijas, como la articulación del húmero, que une el húmero (hueso del brazo) al esternón (hueso del pecho). Otras articulaciones son móviles, como la articulación de la rodilla, que permite que la pierna se doble. Las articulaciones están unidas por ligamentos, que son tejidos fuertes que conectan los huesos. Los huesos también están unidos por músculos, que se conectan a los huesos por tendones. Los músculos y tendones permiten que los gatos se muevan.
Los huesos de los gatos están cubiertos por una membrana llamada periostio. El periostio contiene vasos sanguíneos que llevan nutrientes a los huesos. Los huesos también tienen células que se encargan de producir nuevo tejido óseo. El tejido óseo está compuesto de colágeno, una proteína que le da a los huesos su fuerza y elasticidad. Los huesos también contienen calcio, un mineral que ayuda a mantener los huesos fuertes.
Los gatos tienen una cavidad nasal que se conecta a la fosa nasal. La cavidad nasal está dividida en dos compartimentos por un tabique. Cada compartimento está conectado a una fosa nasal. Las fosas nasales están conectadas a la cavidad bucal por las fosas nasales. Las fosas nasales tienen glándulas que producen moco. El moco ayuda a mantener la humedad en la cavidad nasal y también protege las fosas nasales de las bacterias y los virus. Las fosas nasales también tienen pelos que ayudan a filtrar el aire que entra en la cavidad nasal.
La cavidad bucal de los gatos está compuesta de la boca, la lengua y los dientes. Los gatos tienen 30 dientes, que se encuentran en la mandíbula y en la maxilar. La mandíbula es el hueso que se encuentra en la parte inferior de la boca. La maxilar es el hueso que se encuentra en la parte superior de la boca. Los gatos tienen 12 dientes en la mandíbula y 18 dientes en la maxilar. Los dientes de los gatos están diseñados para cortar y desgarrar la comida. Los gatos también tienen muelas, que se encuentran en la mandíbula y en la maxilar. Las muelas sirven para moler la comida. Los gatos tienen glándulas en la boca que producen moco. El moco ayuda a lubricar la comida y también protege los dientes de las bacterias.
Los gatos tienen glándulas en la boca que producen moco. El moco ayuda a lubricar la comida y también protege los dientes de las bacterias. Las glándulas se encuentran en la mandíbula y en la maxilar. También se encuentran en la lengua y en la boca. Las glándulas producen una sustancia aceitosa que se mezcla con la saliva para formar el moco. El moco ayuda a lubricar la comida y también protege los dientes de las bacterias.
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