Los perros y las alfombras son una combinación que a menudo causa problemas. Aunque las alfombras pueden ayudar a mantener el calor en una casa y añadir un toque de elegancia, también pueden ser un colector de pelos de perro. Las alfombras son una trampa para los pelos de perro, especialmente si son de pelo largo. Los perros que duermen en la cama con sus dueños también pueden dejar caer pelos en la alfombra. Las alfombras con fibras sintéticas son más fáciles de limpiar que las de pelo natural, pero todas las alfombras requieren un cuidado especial para mantenerlas libres de pelos de perro.
Para minimizar la cantidad de pelos de perro en las alfombras, es importante cepillar a tu perro con frecuencia. Cepillarlo diariamente es ideal, pero al menos una vez a la semana es necesario. También se recomienda vaciar la alfombra con frecuencia para que no se acumulen los pelos de perro. Otro truco es poner una toalla en la alfombra en la que tu perro se acueste. La toalla atraerá los pelos de perro y será más fácil de limpiar que la alfombra.
En general, las alfombras y los perros no son la mejor combinación. Sin embargo, si sigues estos consejos, puedes mantener tu alfombra limpia y libre de pelos de perro.
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