Los gatos son animales muy independientes que no necesitan de la presencia de otros miembros de su especie para vivir felices. Aunque en ocasiones, pueden llegar a formar partes de manadas o grupos, esto es más bien la excepción que la regla. De hecho, muchos gatos prefieren vivir solos y no necesitan la compañía de otros para sentirse bien. Sin embargo, esto no significa que no necesiten de la atención de sus humanos. De hecho, muchos gatos llegan a estar tan apegados a sus dueños que pueden llegar a sentirse muy tristes e incluso enfermar si son separados de ellos.
Por lo tanto, cuando un gato se va de la casa, puede significar que está triste o enfermo. También puede ser una señal de que no se siente cómodo o seguro en su entorno actual. Si tu gato se ha ido de la casa, es importante que trates de descubrir la causa de su marcha. Si crees que puede estar enfermo, lo mejor será que acudas al veterinario para descartar cualquier problema de salud. Si crees que el problema es psicológico, puedes tratar de hacer algunos cambios en su entorno para que se sienta más cómodo y seguro. Si no estás seguro de cuál es el problema, también puedes acudir al veterinario o a un etólogo para que te ayuden a descubrirlo.