Los gatos son animales muy curiosos, y si ven algo interesante fuera de la ventana, es probable que quieran salir. Sin embargo, esto no siempre es seguro, por lo que es importante tener algunas medidas de seguridad en su lugar para evitar que el gato se escape. Una de las mejores maneras de hacer esto es asegurar las ventanas con rejas o rejas de seguridad para que el gato no pueda abrirlas o caerse por ellas.
Otra opción es instalar una pantalla de ventana, que es una forma de protección muy efectiva para evitar que el gato se caiga de la ventana. También puedes poner una barrera física en la ventana, como un trozo de madera o una almohada, para que el gato no pueda acercarse a la ventana. Y por último, asegúrate de que las ventanas estén bien cerradas cuando no estés en casa, para evitar que el gato pueda salir si encuentra una forma de abrirlas.