Los gatos son mamíferos carnívoros y, aunque en ocasiones les gustan los dulces, no están diseñados para comerlos. El chocolate es uno de los dulces que más les gusta a los gatos y, si se lo comen, pueden sufrir graves consecuencias. El chocolate contiene una sustancia llamada theobromina, que es tóxica para los gatos y puede causarles vómitos, diarrea, taquicardia, convulsiones e incluso la muerte. Por lo tanto, si tu gato se come un chocolate, debes acudir inmediatamente al veterinario.
Aunque el chocolate no es bueno para los gatos, hay algunos dulces que son aún peores para ellos. La miel, por ejemplo, puede contener una bacteria llamada Clostridium botulinum, que es muy tóxica para los gatos y puede causarles parálisis y la muerte. También debes evitar darle dulces a tu gato si tiene obesidad o diabetes, ya que esto podría agravar su condición. En general, lo mejor es no darle dulces a tu gato y, si lo haces, asegúrate de que sean dulces que no le harán daño.