Los gatos son mejores amigos de los seres humanos, pero cuando se trata de elegir sus amigos, prefieren los de su propia especie. Aunque los gatos y los perros son diferentes, ambos comparten muchas de las mismas características. Sin embargo, hay algunas diferencias notables entre ellos. Los gatos son más independientes que los perros y no necesitan tanto cuidado. También son más silenciosos y, por lo general, más limpios. Los gatos no son tan sociales como los perros, pero pueden llevarse bien con otras personas y otras mascotas si se les socializa desde una edad temprana.
Los gatos comen una dieta basada en carne y necesitan tener acceso a agua fresca. La mayoría de los gatos no tienen problemas para mantener un peso saludable, pero algunos gatos pueden llegar a ser obesos. Los gatos no necesitan comer tanta como los perros y, por lo general, no comen tanto como los perros.
Los gatos pueden comer Kalanchoe, pero es mejor que no lo hagan. La Kalanchoe es una planta que se encuentra en muchos hogares. La planta es tóxica para los gatos y puede causarles problemas de salud. Si un gato come Kalanchoe, puede sufrir vómitos, diarrea, dolor de estómago, pérdida de apetito, pérdida de peso, letargo y problemas respiratorios.
Si sospecha que su gato ha comido Kalanchoe, lo lleve al veterinario de inmediato. El veterinario puede hacer un análisis de sangre para determinar si su gato tiene una enfermedad o si está enfermo. También puede recetar medicamentos para tratar los síntomas del gato. Si el gato no recibe tratamiento, puede morir.
Mientras que la mayoría de las plantas son seguras para los gatos, algunas pueden ser tóxicas. Algunas de estas plantas son venenosas si se ingieren, mientras que otras pueden ser tóxicas si se frotan contra la piel o si se inhalan sus aceites. Es importante estar al tanto de las plantas que son venenosas para los gatos y asegurarse de que no haya ninguna en su casa. A continuación se presentan algunas de las plantas que son venenosas para los gatos.
Lirio del valle - El lirio del valle es una planta que es altamente tóxica para los gatos. Si ingieren esta planta, pueden experimentar vómitos, diarrea, convulsiones, fallo respiratorio y muerte.
Hiedra - La hiedra es otra planta que es venenosa para los gatos. Si ingieren esta planta, pueden experimentar vómitos, diarrea, dolor de estómago, dificultad para respirar y convulsiones.
Cicuta - La cicuta es una planta que es extremadamente tóxica para los gatos. Si ingieren esta planta, pueden experimentar vómitos, diarrea, dolor de estómago, dificultad para respirar, convulsiones y muerte.
La ruda - La ruda es otra planta que es venenosa para los gatos. Si frotan esta planta contra su piel, pueden experimentar quemaduras, enrojecimiento, picazón y dolor.
La azalea - La azalea es una planta que es tóxica para los gatos. Si ingieren esta planta, pueden experimentar vómitos, diarrea, dolor de estómago, dificultad para respirar, convulsiones y muerte.
La amapola - La amapola es una planta que es tóxica para los gatos. Si ingieren esta planta, pueden experimentar vómitos, diarrea, dolor de estómago, dificultad para respirar, convulsiones y muerte.
La albahaca - La albahaca es otra planta que es venenosa para los gatos. Si frotan esta planta contra su piel, pueden experimentar quemaduras, enrojecimiento, picazón y dolor.
La hedera - La hedera es una planta que es altamente tóxica para los gatos. Si ingieren esta planta, pueden experimentar vómitos, diarrea, dolor de estómago, dificultad para respirar, convulsiones y muerte.
Los gatos son muy curiosos y esto puede llevarles a ingerir sustancias tóxicas. A continuación, se muestran algunos signos que indicarán si tu gato está intoxicado:
Si sospechas que tu gato está intoxicado, debes llevarlo al veterinario de inmediato. El tratamiento de un gato intoxicado depende de la sustancia a la que está expuesto y de la cantidad ingerida. Por lo tanto, es importante que el veterinario sepa qué ha ingerido tu gato y cuánto tiempo hace que lo hizo.
En general, una intoxicación en un gato dura de 3 a 5 días. Sin embargo, si los síntomas persisten, es importante consultar a un veterinario. Los gatos pueden intoxicarse con muchas sustancias, incluyendo productos químicos domésticos, plantas, medicamentos y venenos. La gravedad de los síntomas depende de la sustancia a la que se haya expuesto el gato, la dosis ingerida y la sensibilidad individual del gato. Algunos gatos pueden recuperarse de una intoxicación sin tratamiento, mientras que otros pueden necesitar cuidados intensivos.