Pisarle la cola a un gato puede resultar en una mordedura o una patada. Los gatos no son como los perros, que pueden olvidar un evento traumático después de un rato. Los gatos tienen una memoria más larga y pueden recordar un evento negativo durante mucho tiempo. Si le pisas la cola a un gato, es probable que te muerda o te dé una patada, incluso si lo haces sin querer. Es mejor evitar pisarle la cola a un gato.