Los gatos tienen una gran cantidad de músculos en su abdomen, lo que les permite agarrar y subirse a los árboles con facilidad. Cuando están en reposo, esos músculos se relajan y la piel se aflojae, haciendo que la barriga parezca colgante. Esto es completamente normal y no es un signo de que el gato esté enfermo.
Algunos gatos tienen más piel en el abdomen que otros, lo que puede hacer que su barriga parezca aún más colgante. También pueden tener un exceso de grasa en esta zona del cuerpo, lo que contribuye a que la barriga parezca más grande de lo que realmente es.
Si notas que tu gato tiene un abdomen muy hinchado o si está perdiendo peso de forma inexplicable, es posible que tenga un problema médico y deberías llevarlo al veterinario lo antes posible. Pero en general, si tu gato tiene una barriga colgante, no hay nada de qué preocuparse.