Los gatos tienen una glándula en cada una de sus esquinas oculares que produce lágrimas. Estas lágrimas tienen una función muy importante: limpiar y lubricar el ojo. Los gatos también tienen otras glándulas en la piel que producen aceite. Este aceite es esencial para mantener la piel y el pelaje del gato saludables.
Algunos gatos tienen problemas con estas glándulas y pueden llorar más de lo normal. Esto puede ser un signo de una enfermedad ocular o de una alergia. Si tu gato está llorando más de lo normal, es importante que lo lleves al veterinario para que lo examine.