La esterilización de una gata es una intervención quirúrgica relativamente sencilla que se realiza con anestesia general. El objetivo de la esterilización es evitar que la gata tenga cachorros. La esterilización supone la extirpación de los órganos reproductores femeninos: los ovarios y el útero. La ovariosalpingooforectomía, también conocida como esterilización, es el término médico para designar este procedimiento. Esta intervención se puede realizar a cualquier edad, aunque se recomienda hacerla antes de que la gata tenga su primer celo.
Después de la esterilización, la gata tendrá que permanecer unas horas en observación en el centro veterinario. Es importante que al llegar a casa le demos mucho cariño y atención. Durante los primeros días, la gata puede estar un poco adormilada y no tener mucha hambre. Es normal que tenga un poco de dolor y molestias en la zona de la incisión. Le recomendamos que le demos un analgésico recetado por el veterinario y que le saquemos el collar elástico en cuanto note que se lo ha quitado la herida. Es importante que la gata no se lamia la herida, por lo que le recomendamos que le pongamos una camiseta si es necesario. También es importante que la gata no se bañe hasta que la herida esté completamente cicatrizada.
La recuperación de la esterilización de una gata es generalmente muy rápida y sin complicaciones. Sin embargo, es importante seguir las instrucciones del veterinario para asegurarse de que todo va bien. Si tiene alguna pregunta o inquietud, no dude en ponerse en contacto con nosotros.